Sabría disfrutar de los pequeños placeres de la vida.
Tendría muy en claro en qué consiste una cita romántica: que no siempre implica salir, que no siempre implica gastar plata.
Mi novio ideal tendría mucha iniciativa. ;e propondría hacer muchos programas divertidos, fuera de lo común, distintos.
Iríamos de viaje a lugares con mucha agua al rededor, porque el agua me pone de buen humor. Y él, obvio que lo sabría. Agua en todas sus formas: mar, lago, nieve. No vayan a pensar que soy quisquillosa (?).
Tendría clarísimo lo importante que es para mí la música, sentir mariposas en la panza y vibrar. Por eso me llevaría a muchos conciertos y recitales. Bailaríamos mucho también. Gritaríamos con fuerza la letra de las canciones y en el tema que lo amerite haríamos pogo.
Mi novio ideal sabría perfectamente qué regalarme. Y sería muy atento.
Todos los príncipes azules destiñen. Por no decir que no existen. Soñar es bien baratito igual. Y soy una soñadora empedernida, sepan disculpar.
Amor sobre todas las cosas.
Besos y abrazos,
S.
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